los ojOs que te faltan
(...)
Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban…
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»
(...)
«El crimen fue en Granada», Antonio Machado.
«Los ojos que te faltan» es un proyecto sobre la memoria, la identidad, el trauma y la visibilización de las víctimas, pero sobre todo es una propuesta sobre cómo elaborar una arquitectura de la memoria que visibilice a las víctimas otorgándoles una nueva identidad pública y colectiva que sea eficaz para reivindicar su espacio en la actualidad.
Es un proyecto que reflexiona sobre cómo somos capaces de procesar aquellos crímenes que la dictadura ocultó y que aún hoy en día siguen envueltos en el silencio y en la impunidad. Sobre cómo enfrentarnos a la imagen de las víctimas y a su presencia sin utilizar para ello fotografías identificativas que ahora poco o nada nos dicen sobre ellas y cuyo contexto más eficaz es seguramente la cálida privacidad de sus propias familias. Por el contrario, mi propuesta parte de que en este momento histórico lo importante no es la identidad visual concreta de los protagonistas, sino explorar precisamente la manera en que su visibilización constituya acciones colectivas.
Para ello, trabajo con fotografías de identidad de personas asesinadas y exhumadas de fosas comunes desde el año 2000. Recopilo las fotografías disponibles de las personadas exhumadas en cada una de las fosas y las agrupo de tal modo que los rasgos de sus rostros se superponen de forma que la identidad visual de todos ellos se diluye formando un solo rostro en el que los rasgos individuales serán más difíciles de diferenciar cuantas más personas cuyos restos hayan sido exhumados se muestren. Todas las víctimas se encuentran realmente presentes en cada una de las imágenes, pero conformando una nueva identidad colectiva y política con la que iniciar una reflexión sobre su lugar en la memoria pública.



















